¿Educamos igual a los niños que a las niñas?

Octubre 04, 2022

Desde el momento en que una pareja descubre que están esperando, se ven rodeados por patrones culturales que involuntariamente marcan una diferencia entre el género. Dónde la primera pregunta que se les hace es: ¿Es niña o niño?, ¿Qué desean tener?, entre muchas otras.


Esto marca el inicio de una crianza que se basa en experiencias vividas, que vienen asentadas en los adultos desde su niñez, patrones que hacen que interactúen diferentes con un "bebe niño" o una "bebe niña". Matices leves, pero que desde pequeños empiezan a marcar una diferencia en el desarrollo de su vida.

Ejemplos claros de esto tenemos cuando a los varones se les habla con adjetivos fuertes y a las femeninas se les resalta su fragilidad, insinuando que el primero es enérgico por ser hombre y la mujer es frágil. También tenemos que a las niñas se les habla con diminutivos y a los niños con superlativos.

Ojo, no solo son los familiares quienes hacen estas distinciones, sino la sociedad quienes establecen diferencias sutiles sobre la identidad de género y como se espera que sea una niña o un niño. Abarcando los juguetes, implementos médicos, accesorios, vestimenta, van preparando que desde las barrigas de sus madres se tengan ideas preestablecidas.

Es decir, fomentamos la independencia del varón y la dependencia de la niña, tanto es así, que para muchos no es normal que un niño juegue con muñecas, así existan ediciones masculinas. Ellos deben de jugar con pelotas, lucha o lego de construcción, y en el caso de las niñas con Barbies, la casita o ser pintoras.

Una realidad que viven todas las familias, es como desde pequeñas a las mujeres les dicen "no vayas por zonas oscuras, ten cuidado al pasar por esa calle, no salgas así vestida". Donde se les prepara para estar alerta ante cualquier peligro y tener miedo a ciertas acciones de extraños.

Los hombres no quedan exentos, el denominado por la humanidad género más "fuerte", se les inculca desde chicos que ellos no lloran, a no expresar sus emociones, a mostrar su hombría.


Se cuenta y no se cree, pero algunos padres se sienten más tranquilos al educar a un hijo que a una hija. La razón, porque tienen que preocuparse menos porque les pueda ocurrir algo malo, a los niños les dan más libertad, mientras que a las niñas las sobreprotegen por miedo a la sociedad, al machismo, y la violencia.

La educación va en todos los aspectos, y la desigualdad está también presente en cuanto a la educación sexual, muchas veces a las mujeres en casa no se les explica. Y si se les habla es muy superficial, muchas de ellas aprenden por sus cuentas, lo que las lleva a tener experiencias no muy buenas en algunos casos. Mientras que a los hombres se les fomenta su sexualidad preguntándoles desde muy jóvenes por las novias.

Son solo detalles, que muchas veces no percibimos, pero que le quitan el poder de decisión o de desarrollarse libremente a cada uno, y a quienes serán el futuro del mundo. Criar se trata de enfocarse en sus necesidades como seres humanos, no en su género.

El objetivo no es hacer diferencias, sino preparar a jóvenes para que en futuro puedan tener empatía hacia los demás, siendo atentos a las necesidades de los más vulnerables y que puedan cuidar a otros.

Ser padres no es sencillo, es una montaña rusa de aprendizaje, y recordemos que esto no ocurre en todos los casos, ya que muchas familias han abierto su comprensión para los nuevos cambios.

Siempre sugiero, que como padres nos autoexaminemos, descubramos los temores y expectativas que tenemos preconcebidas para nuestros hijos o hijas. La intención es ponerlas de lado para que su educación no se vea sesgada por una desigualdad de género.

Cuéntanos tu opinión, ¿Educamos igual a los niños que a las niñas?

Si deseas leer acerca de otros temas relacionados con la educación sexual infantil, te invito a visitar mi sección de Noticias+Blogs o, a pasarte por nuestra variedad de libros y cuentos que sin duda te orientarán con respecto a cómo hablar de sexualidad con tus niños o adolescentes.

¿Quieres cotizar algún curso u asesoría? Dirígete a nuestra página de contacto y llena nuestro formulario. También, te damos la opción de llamar directamente al (305) 927-7255. ¡Estaremos felices de atenderte!