El abuso sexual infantil, ¿cómo prevenirlo?

Octubre 03, 2022

Tener hijos es una responsabilidad que va más allá de traerlos al mundo, darles educación, alimentación y vestimenta, también consiste en velar por la protección de sus derechos. Es por esto que necesitamos estar atentos ante un mal silencioso, uno que puede ocurrirle a cualquiera.

¿Qué es?

El abuso sexual infantil es un tipo de abuso infantil que se refiere a cuando una persona de la misma edad o mayor, obliga a un menor, que no tiene edad para consentir, a tener contacto físico, sexual, visual o practicar un compartimento inadecuado frente a ellos.

¿De qué forma puede ser abusado un menor?

• Exponer a un niño a la pornografía.
• Manipular emocionalmente para que hagan acciones físicas como; masturbación al abusador u al menor, o dejarse tocar sus cuerpos.
• Tener relaciones sexuales con penetración u oral.
• Recibir comunicación obscena.
• Forzar a participar en contenido audiovisual (fotos, videos o películas) donde se cree contenido sexual.
• Estar en presencia de adultos exhibicionistas.

¿Quién puede ser un agresor sexual infantil?

Según estudios revelados, el 93% de las víctimas menores de 18 años conocen a sus agresores. Destacando que, necesariamente, no tiene que ser un adulto, sino también un joven de su edad, por ende, los agresores pueden presentarse como padres de un amigo, familiar o amigo, maestro u entrenador, cuidador, entre otros.
Este aprovecha su figura de autoridad para obligar a un niño o niña a hacer cualquier actividad sexual. Su especialidad es manipular al menor para que no diga nada o confundirlo para que piense que es normal o placentero.

¿Cómo saber si un menor fue abusado sexualmente?

No es tan fácil de saber sin la colaboración del menor, y es importante recordar que no siempre alguna de estas acciones es indicio de abuso sexual. Pero, prestarle atención a las señales te ayudará a detectar algún acto ilícito:

• Sangrado, moretones o hinchazón en alguna parte del cuerpo.
• Ropa en mal estado o con restos de sangre.
• Dificultad para hacer tareas físicas simples como caminar o sentarse.
• Infecciones urinarias o dolor en las partes íntimas.
• Cambios en el rendimiento o entorno escolar.
• Pesadillas o problemas de sueño.
• Desorden alimenticio.
• Aislamiento.
• Miedo generalizado ante personas de ciertas características o al contacto físico.
• Exhibe un comportamiento sexual inadecuado para su edad.

¿Cómo prevenir que le ocurra a mi hijo?

Los niños y niñas tienen su propio mundo, y como padres, es nuestro deber enseñarles a estar alertas sobre los riesgos que los rodean, en la medida de su comprensión, con una comunicación abierta y clara. Algunos puntos que te pueden ayudar son:

• Conocer a sus amigos y sus familiares. Esto te permitirá formarte una idea de las personas que estarán cerca de ellos.
• Que tu hijo sepa tus datos de contacto.
• Edúcalo sobre la sexualidad, destacando lo íntimo y privado que debe ser su cuerpo.
• Fortalece su autoestima.
• Destaca que existen secretos buenos y malos y cómo se diferencian.
• Supervisa los sitios web que navega.
• Explícale la diferencia entre una expresión de cariño y una caricia sexual.

Proteger a nuestros hijos no es una tarea sencilla, ya que es imposible frecuentarlos en todo momento, pero, la mejor arma para combatir estas tragedias es la confianza. Es importante afirmarles que pueden hablarles con libertad al hacerles saber que cuentan con unos padres que les creerán y que, en ningún momento, les atribuirán la culpa de lo sucedido.

Ser padres significa proveerles de un hogar que les transmita seguridad y confianza, y que prepare a las niñas y niños a cómo protegerse a lo largo de su crecimiento.

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